Con representantes de distintas instituciones de carácter regional, se realizó el primer taller de la segunda fase de Valparaíso Industria Circular, que buscó identificar actores e iniciativas locales, antes de asistir a los territorios.
Luego del puntapié inicial, con el lanzamiento de la segunda fase de Valparaíso Industria Circular, se llevó a cabo el primer taller de la iniciativa “Conformación y activación de ecosistema regional de economía circular, y bases para una hoja de ruta”, ejecutada por la Universidad de Valparaíso, con financiamiento del Gobierno Regional de Valparaíso, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad.
En la instancia participaron Macarena Erazo, representando a la División de Fomento e Industria (DIFOI) del Gobierno Regional de Valparaíso; Iván Lazo, director de la Dirección de Gestión Medioambiental (DIGEMA) de la Ilustre Municipalidad de Casablanca; Felipe Ahumada Barrales, coordinador del programa Territorio Circular de Corfo; Javier Torrejón, presidente de la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso (CRCP) y Cristian Garín Stuardo, representante de la Cámara Chilena de la Construcción de Valparaíso.
Para iniciar, José Tomás Videla, codirector de Plataforma Industria Circular, expuso los cinco objetivos del proyecto: conformación inicial del ecosistema de empresas e instituciones; un diagnóstico de brecha y oportunidades para la activación de dicho ecosistema; la activación propiamente tal; el seguimiento y la evaluación de modelos de negocios circulares por territorio, y después un diseño de implementación de modelo de sostenibilidad de la gobernanza y los modelos de negocios que se generen.
“Queremos trabajar con las empresas en un modelo lo más distribuido posible en la región; ésta es una región heterogénea y el taller de ahora es justamente para que con ustedes podamos mapear los actores y puntos focales en los territorios”, precisó Videla.
¿Cómo se relaciona este trabajo con un borrador de hoja de ruta? “Durante estos 12 meses estaremos con empresas en distintas partes de la región, por lo que queremos aprovechar este proceso de levantamiento para detectar oportunidades y brechas que deben ser recogidas por la institucionalidad, ya sea público o privada, y que éste sea un insumo importante para una futura hoja de ruta regional de economía circular”, sostuvo el arquitecto.
Entonces, aprovechando esas instancias Valparaíso Industria Circular entregará los insumos para un borrador de hoja de ruta. De esta manera, el equipo se distribuirá en Rapa Nui, las provincias de Los Andes y San Felipe, el Gran Valparaíso, Casablanca y la provincia de San Antonio.
Luego de un contexto sobre economía circular mundial, nacional y local, los asistentes a este primer taller respondieron preguntas como: ¿qué otras iniciativas similares en la región han identificado o creen que se podrían aplicar en la región de Valparaíso? ¿Cómo podrían aportar a la regeneración de los ecosistemas, desde su organización?
Felipe Ahumada se refirió a lo importante que es hablar de simbiosis industrial, “pensando en las grandes metas establecidas en la Hoja de Ruta Economía Circular para el país y este proyecto es una muy buena iniciativa, porque viene a promover el trabajo colaborativo entre grandes industrias de la región de Valparaíso y a dar un gran impulso para que las empresas puedan sumarse a estos nuevos modelos de negocios circulares y también contribuir a los grandes desafíos que tenemos como país”.
El arquitecto Cristián Garín, socio de la Cámara Chilena de la Construcción, señaló que para el desarrollo de esta industria, la economía circular es un punto fundamental: “tenemos muy claro que debemos pasar de una economía lineal a una circular y así lo hemos hecho a través del Acuerdo de Producción Limpia (APL), que partió acá en la región de Valparaíso y ya se está desarrollando a nivel nacional”.
Por su parte, Javier Torrejón, presidente de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso, destacó que la idea de esta plataforma “es muy buena, porque es difícil para todos contar cuáles son nuestros problemas, nuestros dolores, en cuanto a recircular los productos. Hoy falta comunicación, faltan plataformas y esta es una gran iniciativa para mostrar cómo se pueden reutilizar los productos, lo que para uno puede ser un residuo, para otro puede ser una materia prima, y eso tenemos que comunicarlo y explicarlo a todos”.
Iván Lazo, de la Dirección de Gestión Medioambiental de la Municipalidad de Casablanca, contó que el municipio tiene un centro de tratamiento intermedio, el cual tiene por objetivo segregar y disgregar los distintos residuos domiciliarios y asimilables a residuos domiciliarios dentro de la comuna, para “poder ir bajando la cantidad de basura que disponemos en los rellenos sanitarios para, principalmente, poder aportar elementos a la economía circular, a nivel comunal, regional e, incluso a nivel país”. Además, invitó a los recicladores de base, micro, pequeñas y grandes empresas a sumarse a esta iniciativa y “acercarse a los diferentes actores locales, académicos e institucionales, en la medida que vayan necesitan asesoramiento y capacitaciones”.
Para finalizar, José Tomás Videla comentó que en un trabajo preliminar de diagnóstico, considerando las empresas que declaran en SINADER, se han encontrado con que al interior de los territorios de Rapa Nui, Casablanca, San Antonio, San Felipe y Los Andes, hay un potencial de más de 2.000 sinergias de simbiosis industrial, y si todos se interrelacionan, son más de 7.000 las posibles sinergias en la región, es decir, “posibles modelos de negocio de valorización de recursos utilizados en la región dentro de distintos sectores”. Es esperable, agregó, que si se consideran todas las empresas productivas de la región, las posibles sinergias superen las 200.000.
Asimismo, esas sinergias posibles generarían un impacto en el PIB de más de 3.000 millones de dólares, uniendo a los sectores de manufacturas, agropecuario, administración pública, transporte y servicios, lo que, a su vez, generaría 19.000 empleos verdes y nuevos asociados, por ejemplo, a servicios complementarios, transporte, consultorías, etc., con casi 800 empleos verdes nuevos por año.
“Estamos trabajando en afinar esta estimación, pero ya nos da un indicio de qué se puede obtener invirtiendo en infraestructura y en capacidades, desde las instituciones que financian la economía circular y la simbiosis industrial”, sostuvo Videla.