En el tercer taller de Plataforma Industria Circular se trabajó en las definiciones de la herramienta desde los procesos del sector alimentario de la Región de Valparaíso.
En la Región de Valparaíso existen fuertes ineficiencias en los sectores productivos, aunque también oportunidades interesantes para revertir esta situación. “La región presenta un tejido productivo bastante diverso, lo que abre oportunidades para generar sinergias entre las distintas industrias, entre la generación de residuos de algunas y la posible conversión de estos en materias primas para otras”, comentó Patricia Martínez, directora del proyecto Plataforma Industria Circular de la Universidad de Valparaíso y financiado por el Gobierno Regional, en el tercer taller organizado por la iniciativa.
De este modo, se valorizan los residuos como materia prima para otros procesos productivos, promoviendo relaciones simbióticas en el sector industrial.Y una de las industrias con potencial para generar la simbiosis es el rubro agroalimentario, porque es uno de los más importantes para el consumo nacional e internacional. En 2019, Chile exportó 18.570 millones de productos alimentarios, según contó María Elvira Zúñiga, directora del Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS).
Dado este impacto, “tenemos que preocuparnos de cómo nos adaptamos a la economía circular, sin desfavorecer la cadena alimentaria y así entramos a la valorización de los residuos”, señaló Zúñiga y advirtió que hoy hay mayor conciencia, debido a la visibilidad de estos temas que generó la COP.
Y es que a nivel mundial, el sector genera más de 2 mil millones de toneladas de residuos, por lo que es necesario caminar hacia un desarrollo integral para subirse a la tendencia de cero residuo.
“A la industria alimentaria llega mucho residuo y en realidad se podría utilizar muchísimo de ellos, lo que nosotros descartamos (cáscaras, pieles, semillas, caparazones, etc.) está dentro del 30% de lo normal, y una industria puede llegar a botar incluso sobre el 50%”, explicó la directora del CREAS.
En ese sentido, lo primero que recomienda Zúñiga es la minimización, luego el reciclaje que tiene que ver con la transformación del residuo y luego, después de haberlo transformado, lo que queda se puede usar para energía.
“Tenemos que buscar cómo le podemos sacar partido al residuo. En el caso de los alimentos, hay mucha cantidad de propiedades biológicas o funcionales con un producto de interés, que es un producto que se está botando, más de lo que pensamos”, advierte. Como ejemplo, se tiene en las cáscaras y pieles productos que es posible valorizar y generar nuevos productos con mayor valor agregado.
“En nuestra región, tenemos una producción importante de uva y vino, en el año 2018, Chile llegó al top en el mundo como exportador de vinos, y tenemos que en la piel de la uva, hay seis veces más antioxidantes que en la pulpa, y en la semilla, 11 veces más que, por lo tanto, si estamos botando la piel y la semilla, en realidad estamos botando muchas veces más antioxidantes”, sostuvo María Elvira Zúñiga.
Es por ello que llamó a los asistentes al taller a dar soluciones al sector productivo y transitar hacia la tendencia cero residuos, para poder alcanzar la economía circular.
Los participantes de este taller fueron:
- Francisca Rodríguez
- Bernardita Wichmann, Sopraval
- María Elvira Zúñiga, CREAS
- Germaine Vega, UDLA
- Carolina Olivares, Ingam Ltda.
- Alejandra Cárdenas, Sopraval
- Paulina Veas, Tres Montes
- María Teresa Vargas, NBC PUCV
- Karen Aguilera, Revaloriza
- Carola Leiva, 2i
- Gabriela Guarda, Coca Cola Embonor
- Evelyn Delgado, Tres Montes
- Gabriela Díaz, CREAS