Experiencias de trabajo colaborativo que ahorran recursos, reciclan y reducen los residuos podrían extrapolarse al proyecto para generar impacto y lograr una buena recepción en la Región de Valparaíso.
Para recoger buenas prácticas y modelos de negocios que siguen los principios de la economía circular, el investigador de Plataforma Industria Circular, Tomás Santa María, hizo una completa prospección de plataformas de simbiosis industrial en Europa. “La transición hacia una economía circular ha tomado un rol central en la discusión, sobre el crecimiento futuro de Europa, al menos al nivel de la Comisión Europea, y ha ido permeando en cada uno de sus países miembros en distintas velocidades”, comenta el especialista.
La investigación del ingeniero comercial detectó que 13 países europeos, incluyendo al Reino Unido, cuentan con planes de acción en economía circular, en al menos 20 regiones o ciudades, con avances muy diversos. “Por ejemplo, Países Bajos, Dinamarca y Suecia tienen tasas de reciclaje municipal que rondan el 50% y una vibrante escena de startups circulares, pero algunas de las mayores tasas de desechos y food waste per cápita en Europa. Si solo nos fijamos en la tasa de reciclaje municipal, los ganadores son Alemania, Eslovenia y Austria, 66%, 59% y 58% respectivamente, pero la economía circular es mucho más que reciclaje”, apunta Santa María.
En este ámbito, países grandes como Alemania, Francia e Inglaterra podrían estar yendo en la dirección correcta, pero en un camino que aún es largo. “Algunas iniciativas públicas a destacar son el acuerdo para realizar compras públicas circulares de EUR 100mm de los Países Bajos, las 20 legislaciones de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) en Francia, que cubren 14 sectores económicos, y la reducción de IVA e impuesto a la renta a ciertas actividades de reparación en Suecia”, acota el investigador.
Cuatro casos clave
En el contexto de la prospección de plataformas de simbiosis industrial en Europa, Tomás Santa María identificó cerca de 30 casos activos, que varían en tamaño, modelos de negocios y tipos de facilitación. De ellos, seleccionó cuatro que podrían dar pistas para diseñar el modelo que más se adaptará a la Región de Valparaíso y los requisitos del proyecto Plataforma Industria Circular, y los contactó. “Primero revisé una iniciativa de IdeeAlsace en el Puerto de Estrasburgo, en Francia, donde 24 empresas del puerto han trabajado colaborativamente desde 2013 para reutilizar o reciclar sus residuos, mutualizar servicios y reducir su impacto ambiental”, detalla.
Luego, el especialista en economía circular habló con Inex, con sede en París, que desde 2014 ha facilitado iniciativas regionales de simbiosis industrial, apoyándose en un software que permite modelar los volúmenes de residuos generados y de recursos requeridos por cada empresa en un territorio, para así emparejar compañías. Además, Santa María se contactó con la consultora Simbiosy, de Barcelona, especializada en facilitar proyectos de simbiosis industrial, basados en la experiencia de su equipo y un programa de gestión de datos. “Por ejemplo, habían apoyado al Ayuntamiento de Manresa a establecer una red de sinergias con 27 empresas, donde luego de un año ya habían mejorado la gestión de 11.000 toneladas de residuos y aprovechado 12GWh de calor residual”, recuerda.
Por último, el investigador entabló relaciones con International Sinergies, que entre 2005 y 2012 lideró la implementación del primer plan nacional de simbiosis industrial del mundo, en Inglaterra, generando ahorros de EUR 243MM al año y una reducción de extracción de recursos vírgenes por 12MM de toneladas al año. Dicha consultora ha replicado su modelo en más de 30 países, por lo que es considerada un referente mundial en este tema.
Lecciones aprendidas
El objetivo de la prospección de casos europeos fue tomar referencias que pudiesen ser integradas al modelo del proyecto en la Región de Valparaíso, y aunque los detalles sobre el modelo de negocios aún se están conversando, muchas de las lecciones aprendidas están siendo integradas. La primera es la relevancia de contar con una diversidad de industrias dentro de la plataforma, ya que es allí donde surge la mayoría de las sinergias. En segundo lugar, Tomás Santa María rescata el rol clave del facilitador, ya que muchas sinergias obvias pasan desapercibidas, porque se alejan del foco del negocio de la empresa generadora.
Como tercera lección, el investigador sugiere que para escalar el impacto es esencial contar con un programa de gestión de datos, ya que la experiencia indica que por cada empresa en la red se estudian al menos cinco recursos y surgen al menos 10 sinergias potenciales por empresa. Y, como cuarto aspecto, Santa María destaca los casos exitosos donde las sinergias requieren no solo cercanía física, sino también “cercanía mental” entre los participantes. Según el especialista, el involucramiento temprano de la industria es clave desde el diseño del proyecto, para lograr un modelo que tenga buena recepción y alto impacto.
Plataforma Industria Circular, proyecto FIC financiado por el Gobierno Regional de Valparaíso, servirá como punto de encuentro entre un oferente de residuos o subproductos y un comprador de recursos, para facilitar la identificación de recursos subutilizados y tecnologías de valorización. Asimismo, conectará con proveedores de servicios como logística y consultoría, educará sobre temas relacionados y permitirá medir el impacto ambiental de las sinergias. “Una vez en régimen la estructura de costos será bastante baja, lo que permitirá tener un modelo de ingresos diversificado, cuyo objetivo será la continuidad de la plataforma”, señala Tomás Santa María.
En este contexto, podría funcionar un modelo de suscripciones semestrales que variará según el tamaño de la empresa y su rol en la plataforma, apoyado por el aporte de instituciones públicas y clústeres económicos asociados. “Se ofrecerían rebajas o liberaciones de pago durante un período de transición de la plataforma. Como alternativas de modelo de ingresos se han considerado modelos mixtos que incluyan comisiones, listing fee, sistema freemium, publicidad o cobros por servicios específicos”, concluye el investigador del proyecto.