La ingeniero ambiental, socia de Revaloriza, empresa que participa en piloto de Plataforma Industria Circular, gestiona los residuos inertes que producen las obras de construcción, ayudando a disminuir excedentes, para reutilizar y reciclar materiales.
Junto con mitigar el impacto ambiental, social y económico que genera la actividad humana, la empresa Revaloriza -que participa del piloto de Plataforma Industria Circular- vincula a generadores de residuos, transportistas, recicladores y destinatarios finales, promoviendo la economía circular en la construcción. La compañía -que cuenta con el apoyo de la Cámara Chilena de la Construcción y Sercotec- pone el foco en la revalorización sustentable de terrenos a través del manejo de la fracción pétrea, que representa el 40% de los residuos de construcción.
Los objetivos de Revaloriza son, por una parte, recuperar las superficies impactadas, devolviéndole la calidad ambiental a los espacios degradados para volver a brindar un uso, como áreas verdes, agrícolas o constructivas de baja altura, y por otra parte, eliminar el concepto de residuos y comenzar a hablar de materiales, dado que prioriza la reutilización y reciclaje de los mismos. “El 35% de los residuos que se generan a nivel mundial son procedentes de la construcción y, actualmente, en nuestra región son depositados en quebradas naturales, riberas o microbasurales, lo que genera impactos sanitarios mezclados con otros tipos de residuos”, comenta Karen Aguilera, socia gerente de Revaloriza.
La ingeniero ambiental está convencida de que muchos materiales, si son gestionados desde origen, pueden “evitarse” e, incluso, aumentar las tasas de reutilización-reciclaje, cambiando así el concepto de economía lineal al de economía circular. “A la fecha, hemos donado parte de los materiales para fines sociales, principalmente a vecinos de Limache, Quintero, Concón y hasta al proyecto de escuela sustentable realizado este año en Lo Zárate-Cartagena, siendo el tercero a nivel latinoamericano, y del cual nos contactaron dado que la premisa instaurada es la sostenibilidad, y trabajaron solo con empresas destacadas en esa línea de trabajo”, cuenta la especialista.
Desafíos y oportunidades
En este camino, Aguilera ha extrañado una normativa vinculada a la recuperación de terrenos y materiales, puesto que en este ámbito, se exigen los mismos trámites que requiere un proyecto de edificación. Por eso, considera que Plataforma Industria Circular ha sido vital para la Región de Valparaíso, donde -según dice- el ecosistema es frágil y puede recibir impactos por el depósito ilegal en quebradas, lo que ya ha generado incendios en la zona e impactos más graves, como la remoción en masa que ocasionó un “aluvión” proveniente de la parte alta del estero de Reñaca, en 1984, provocando pérdidas humanas.
En este sentido, la Plataforma contribuiría al cambio de paradigma y a revalorizar excedentes, “evitando así la demanda de recursos naturales”, señala la socia gerente de Revaloriza, que ha estudiado materiales como hormigón, metal, cartón, madera y plásticos. “Hay un crecimiento exponencial de proyectos sostenibles, muchos de ellos nacidos en las universidades de la región, que están pensando que la materia prima de sus productos sean excedentes provenientes de otros procesos. En nuestra región hay mucho potencial, podemos marcar la diferencia y qué mejor que desde la academia, la industria y la comunidad existan estas ansias de cambiar conceptos y marcar una identidad sostenible”, afirma Karen Aguilera.
Finalmente, la ingeniero ambiental llama a las autoridades a generar excepciones ante proyectos de carácter ambiental que son urgentes. “La normativa cambia y se adapta, pero la realidad es que no se puede esperar a que cambie post crisis para resolver algo. Vivimos actualmente una situación que afecta la salud y el diario vivir de la humanidad, en este caso, el medio ambiente también afecta a la sociedad completa y estamos aún a tiempo de evitar catástrofes ambientales, siendo conscientes y transformando y complementando el propósito de las empresas”, puntualiza.
En este contexto, Aguilera cree que deben existir lineamientos que permitan el desarrollo de este tipo de proyectos y también invita a observar experiencias como la europea, donde se pide que el 10% o 12% de la obra posea árido reciclado. “Para allá es donde debemos ir con gran parte de las materias primas, donde exista la demanda de uso”, concluye la socia gerente de Revaloriza.